Contacto

Ponte en contacto conmigo: diariodeundramaanunciado@gmail.com

viernes, 11 de noviembre de 2011

Sí era un adiós.

Me siento increíblemente mal porque he sido injusta, he sido traidora, he sido mala. No quería hacer nada malo, simplemente no sé hacer las cosas mejor. No sabía, más bien. Creo que esto me servirá para recordar y aprender. Para no olvidar. Para volver a ser la persona que era antes de que todo esto empezase.

Me voy. Me voy porque donde tú estás todo es árido, es frío, llueve y no es malo porque las lágrimas se entremezclan con la lluvia y nadie hace preguntas al respecto. Nieva y hace frío, un frío glacial. Hay mucha gente, tanta gente que sólo te encuentro a ratos, gente con quien competir, siempre en tensión. Siempre insegura.

Así que he hecho las maletas a lo largo de la semana. Qué semana. No sé cómo ni cuándo empezó, sólo sé que está aquí, que pasó, que ha sido una semana para recordar y para olvidar a partes iguales.
Para revivir cosas, tantas cosas que no he podido con ellas.

Y me voy. A un sitio cálido, soleado. A un sitio donde no puedo llorar porque no hay lluvia que moje mis lágrimas.
Allí estamos solos, escondidos. Hay tiempo para todo, hay paz, tranquilidad. Allí no hay miedos ni inseguridades, sólo amor.
Amor, tranquilidad, seguridad. Nunca he encontrado eso en otro sitio. Nunca me he sentido segura allí donde había vuelto, nunca ha habido amor, ni tranquilidad, sólo inseguridad y miedo.
No hay competencia, no hay palabras que no se dicen, nada es gris ni frío. Es cálido, confortable, tranquilizador.
Así que me voy y sé que no volveré porque no tengo razones para volver, nadie me las ha dado.
Me voy, me voy, me voy... al sitio del que nunca debí salir.

Me voy, vuelvo a casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario